domingo, 31 de mayo de 2009

Un gran desafío


Nota realizada por Patricia Rodríguez para "Presente", semanario de Luján

3 de Abril de 2009



Los integrantes del Movimiento de Trabajadores Comunitarios, pusieron en marcha un bachillerato popular, con el que pretenden brindar educación secundaria a todos aquellos que hasta el momento no pudieron tenerla.
Enseñar a otros siempre es un gran desafío. Aprender también es un desafío, sobre todo si se comienza después de un largo tiempo de no hacerlo.
Enseñar y aprender son grandes desafíos, que tanto los docentes como los alumnos están dispuestos a enfrentar, aunque se cuente con más corazón que presupuesto.
El bachillerato popular se encuentra en la calle Cerrito, entre Storni y Rojas, en el lote donde el MTC, Frente Popular Darío Santillán, viene traba-jando hace años con los vecinos. Allí se construyó un salón de clases y ahí, todos los días, a las seis de la tarde, estudian 25 personas, que luego de tres años, tendrán un título que los habilitará, si quieren, para seguir estudiando una carrera terciaria.


Los alumnos llegan en bici, caminando o en moto
El aula cuenta con un pizarrón y varias improvisadas mesas y sillas que intentan hacer las veces de pupitres o bancos de colegio
Para saber más sobre este importante emprendimiento, nos acercamos hasta el lugar y dialogamos con la profesora de historia, Nora Seitz y ésto nos contó: "Esta idea de la escuela en Luján surge el año pasado, a mediados de año comenzamos a pensarlo, pero a partir de agosto, septiembre comenzamos a hablar con algunos docentes conocidos a ver qué les parecía la idea. Para nuestra sorpresa, varios docentes se entusiasmaron con el proyecto y comenzamos a reunirnos para pensar en algún plan pedagógico que nos pareciera pertinente para desarrollar. Una idea de una escuela en base a principios de la educación popular. Como conocíamos muy poco real-mente de lo que es la educación popular, algunos habíamos leído cosas, otros conocíamos a docentes, hay una docente de la Universidad de Luján, Norma Michi, que es especialista en educación popular y empezó a asesorarnos. A partir de eso fue tomando más cuerpo la idea, fue como más viable la posibilidad".
-Cuando decimos educación popular no sólo hablamos de a quién va destinado sino de lo que se enseña dentro del bachillerato...
-A fuerza de ser sinceras, vamos a decir que nosotros mismos estamos aprendiendo qué es popular, pero en principio hay algunas cosas que tenemos claras. Educación popular tiene que ver con proyectos que sean inclusivos. Este es un barrio que carece de muchas cosas, muchos de los estudiantes que vienen a esta escuela han sido excluidos del sistema educativo, son jóvenes y adultos que han hecho distintos intentos de hacer la secundaria y no pudieron, porque son mamás solteras, porque tienen muchos hijos y aunque tienen su compañero, a la hora de estudiar eso se relega, hay muchos desocupados y les es muy difícil estar en una escuela con un sistema tradicional. Entonces popular tiene que ver con eso, con ideas que son inclusivas y que están relacionadas directamente con la necesidad de la población a la que tenés que atender.
Nosotros sabemos que en este barrio están todas las necesidades que te decía, si la escuela, sin bajar la calidad, no atiende esas necesidades, deja de ser popular.
-¿Han empezado hace poco?
-Sí, con las inscripciones comenzamos a mediados de febrero y todavía está abierta, las clases comenzaron el lunes 16, tenemos 25 estudiantes que están viniendo. Hay otras cuestiones que tienen que ver con los criterios pedagógicos que se utilizan en una escuela popular, por ejemplo, traba-jamos con herramientas en las que creemos. Trabajamos en parejas pedagógicas, en equi-pos, de esa manera el trabajo deja de ser individual y es grupal. Nosotros creemos en eso, creemos que el conocimiento se construye grupalmente y tratamos de ser coherentes con esas creencias. Después hay todo un gran desafío porque las condiciones en que trabajamos son las que se observan, una escuela que la hicimos a fuerza de fiestas, de bonos contribución, donaciones de los vecinos, donaciones de otros docentes que conocemos, entonces es todo muy difícil.
El domingo antes de empezar las clases no teníamos el techo. Ahora igualmente de ADUNLU nos informaron recién que donaron dinero para terminar de techar, los gremios docentes saben y están conociendo nuestra iniciativa, algunos la res-petan más que otros, pero A-DUNLU apoya de esa manera.
-¿Los alumnos son todos del barrio?
-No, vienen de otros lados, del barrio San Fermín, de Villa del Parque, hay alguien de La Fraternidad, de distintos lugares.
-¿Cómo es el proyecto de este bachillerato?, ¿cuántos años son?
-Los bachilleratos populares todos tienen ciertas normativas, corresponde hacerlos en tres años, nosotros nos adaptamos a eso. Hay diez materias en cada año. Tengo una experiencia muy linda porque fui a una primera reunión en una escuela donde comenzaba a trabajar y me encontré con una joven que era recibida de un bachillerato popular de Las Tunas, que había terminado, hizo un año en un terciario y estaba dando suplencias. La idea es esa que de verdad habilite a las personas para poder seguir con otras carreras.


Esta es el aula que con mucho esfuerzo lograron construir para que se pueda comenzar con el bachillerato. Aquí estudian de lunes a viernes los alumnos
Para empezar a estudiar, los alumnos se ubican en las sillas y mesas. A pesar de que no tienen las mejores condiciones edilicias, saben que lo primordial es el esfuerzo puesto de manifiesto en el estudio
-¿Cuántos son los profesores que trabajan aquí?
-Somos 20 profesores, porque trabajamos en parejas pedagógicas y son 10 materias. Damos las materias que el Ministerio indica, matemática, lengua, inglés, historia, biología, psicología, sociología, cívica. Otra cosa que se tiene en cuenta en las escuelas con este perfil, es que se dan clases 4 días a la semana y un quinto día lo dedicamos a dar refuerzos, por la característica de la población. Mucha gente consigue changas y no puede venir, entonces se atrasa y para que de verdad sea inclusivo la escuela debe dar una respuesta a eso, entonces un quinto día lo dejamos para refuerzo. La persona que no pudo venir, que se atrasó, que no pudo seguir la lectura, como no queremos bajar el nivel, (el que sea popular no quiere decir que el nivel debe ser bajo), entonces para eso está el quinto día.
Igualmente estas son experiencias muy nuevas, estamos todos aprendiendo en ésto, los bachilleratos populares existen, hay experiencias en los 60 y los 70 pero no tuvieron continuidad, entonces de eso no podemos nosotros aprender tanto, pero desde el 2001 se reinicia una experiencia con las fábricas recuperadas. Entonces hay aproximadamente 20 bachilleratos populares con los cuales nos reunimos para conocer esas experiencias y ver cómo avanzar. No es que estamos inventando escuelas nuevas, creemos que hay que construir algunas alternativas desde la educación y ésto lo puede permitir.
-Y más allá de que cuentan con la ayuda de algún gremio, ¿con qué dinero se manejan?, ¿los sueldos a los profesores se los paga el Estado?
-Ese es uno de los reclamos que se está haciendo con el resto de los bachilleratos, porque creemos que la educación debe ser garantizada por el Estado y en este caso no lo está haciendo. Ellos dan el título oficial, la escuela va a tener su título oficial porque los estamos gestionando, garantiza el Estado el título pero no garantiza ni subsidios ni los salarios docentes, ni el establecimiento mismo, la escuela, el aula la tuvimos que hacer nosotros. Esos son reclamos que se siguen haciendo desde todos los bachilleratos.
Quienes quieran inscri-birse en el bachillerato deben acercarse hasta el mismo. Los alumnos deben ser mayores de 18 años y es una muy buena posibilidad de terminar los estudios secundarios.